Homenaje a Nadine Gordimer

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Diógenes: ¡Busco un "Hombre"!

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La Felicidad de la marquesa de Chatelet (Vendido 180 €)

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El sueño de Hipatia

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Grandes Mujeres de la Historia (Presiona Read More para ver VÍDEO)

domingo, 6 de junio de 2010

Christine de Pizan al desnudo (acuarela 180 €)



CHRISTINE DE PIZAN

Era de origen veneciano (año 1363), pero pasó gran parte de su vida en Francia, ya que su padre era el astrólogo de Carlos V de Francia. Recibió una completa educación, prohibida a las mujeres en aquella época, gracias a su posición y a su sabio padre. Se casó a los quince años (con un notario real), fue madre de tres hijos y enviudó a los veinticinco. Había vivido una década de “amor apasionado”.

Se encontró de golpe con serios problemas económicos, pues el rey había dejado de pagar los honorarios de su marido, y éstos fueron agravados aún más cuando unos mercaderes se aprovecharon de su inexperiencia para robarle la dote de sus hijos. Empieza una larga pelea de juicios y pleitos.

Al darse cuenta que la justicia tardaría años en devolverle lo que le pertenecía por derecho, se encerró en su estudio y decidió dedicarse a la escritura, pues es lo que sabía hacer. Cristina de Pizán tenía una “habitación propia” donde escribía y estudiaba. En este sentido fue una privilegiada, Virginia Woolf lo sabía. (Woolf, V. (2003) Un cuarto propio. Alianza Editorial, Madrid).

Fue "el (la) primer (a) escritor (a) profesional", ya que mantuvo con su escritura a su madre, hermanos e hijos en pleno siglo XV. Se han conservado treinta y siete obras suyas y su escritura la hizo famosa y reconocida en toda Europa. Escribió tres o cuatro libros al año durante su período de mayor fertilidad (por iniciativa propia y por encargo), adentrándose en temas de política, derecho o estrategia militar.
Está considerada como la primera escritora feminista. Según la medievalista Blanca Garí, porque, frente al discurso de los doctos de la época, escribió a partir de su experiencia como mujer. "Es la primera que afirma que todo lo que se dice sobre la maldad de las mujeres no se debe a ninguna característica intrínseca, sino a las circunstancias, que no es natural, sino social. Y que repasa lo que los hombres han dicho de las mujeres y lo rebate desde su propia experiencia".

Cristina de Pizán ejerce de ciudadana, hablando con voz propia en un mundo en el que se discute sobre la naturaleza de las mujeres, rebatiendo con argumentos, en su nombre y en el de todas las mujeres. Se resiste al destino de subordinada que le intenta imponer la sociedad en la que vive. Reivindica para las mujeres el derecho al reconocimiento de la condición de persona, con todas las cualidades que se atribuyen en exclusiva a los varones: inteligencia, fuerza, valor, creatividad; con todos los valores morales que pueden manifestar todos los humanos: tenacidad, entrega, fidelidad, prudencia. Reivindica también como valores humanos todo aquello que es considerado tradicionalmente como propio de las mujeres y que por ello se denigra: la ternura, el cuidado de las personas, las tareas domésticas.

La mujer debe reapropiarse del mundo sin dejar de ser mujer, y el mérito será suyo.

Además, también era “editora”, pues aún se conservan algunas copias de sus obras manuscritas por ella misma y con ilustraciones realizadas por artistas que trabajaron para ella.

Entre sus obras está El Tesoro de la Ciudad de las Damas (1405), libro práctico de consejos. Se propuso darlo a conocer en todo el mundo y se interesó por su difusión entre las mujeres de todas las condiciones. Para ello se planteó enviar copias, a reinas y damas de la nobleza, y tomó las disposiciones para que fuera examinado, leído y publicado en todos los países.

La Ciudad de las damas (1405) el libro que escribió para descargar su indignación y rebatir los argumentos de los que estaban empeñados en demostrar la naturaleza no moral de las mujeres, en oposición a la de los hombres, y su perversidad intrínseca y corrosiva (“las herederas de Eva”). Cristina de Pizán vuelve a escribir la historia de las mujeres en clave femenina. Su principal fuente (tiene un profundo conocimiento de la obra) es De claris mulieribus de Bocaccio. Mientras éste desconfía de la naturaleza femenina por su debilidad y falta de inteligencia, la autora elogia a las mujeres sin cesar por la belleza y fuerza de su cuerpo y de su mente.

Está divido en tres partes:

En el Libro I se presentan las tres Damas (Razón, Derechura y Justicia) que le encomiendan la creación de una Ciudad habitada sólo por damas. Mientras se inicia su construcción, Razón y Cristina de Pizán conversan sobre el desprecio de los hombres hacia las mujeres y por qué éstas no pueden participar en el sistema judicial, temas que ejemplifica con mujeres ilustres.
En el Libro II Derechura continúa refutando a los hombres que afirman que a las mujeres les gusta ser violadas o que son inconstantes.
En el Libro III, Justicia culmina la construcción de la Ciudad citando a las mujeres de gran fe cristiana que la poblarán. Finalmente, aconseja a las mujeres. Comienza así:

«Sentada un día en mi cuarto de estudio, rodeada toda mi persona de los libros más dispares (...). Levanté la mirada del texto y decidí abandonar los libros difíciles para entretenerme en la lectura de algún poeta. Estando en esta disposición de ánimo, cayó en mis manos cierto extraño opúsculo, que no era mío sino de alguien que me lo había prestado. Lo abrí y vi que tenía como título “Libro de las Lamentaciones de Mateolo”. Me hizo sonreír, porque, pese a no haberlo leído, sabía que este libro tenía fama de discutir sobre el respeto hacia las mujeres. (...) Me adentré algo en el texto pero, como me pareció que el tema resultaba poco grato para quien no se complace en la falsedad y no contribuía para nada al cultivo de las cualidades morales, a la vista también de las groserías de estilo y argumentación, después de echar un vistazo por aquí y por allá, me fui a leer el final y lo dejé para volver a un tipo de estudio más serio y provechoso. (...) Su lectura me dejó algo perturbada y sumida en una profunda perplejidad. Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de palabra bien en escritos y tratados. (…) Me propuse decidir, en conciencia, si el testimonio de tantos varones ilustres podía estar equivocado. (…) Por más que intentaba volver sobre ello (…) no podía entender ni admitir como bien fundado el juicio de los hombres sobre la naturaleza y conducta de las mujeres. Al mismo tiempo, sin embargo, yo me empeñaba en acusarlas porque pensaba que sería muy improbable que tantos hombres preclaros, tantos doctores de tan hondo entendimiento y universal clarividencia (pudieran equivocarse). (...) Todo aquello tenía que ser verdad, si bien mi mente, en mi ingenuidad e ignorancia no podía llegar a reconocer esos grandes defectos que yo misma compartía sin lugar a dudas con las demás mujeres. Así, había llegado a fiarme más del juicio ajeno que de lo que sentía y sabía en mi ser de mujer.»

Miniatura titulada “Mujeres albañiles construyendo la muralla de la ciudad”, perteneciente a la Ciudad de las Damas de Christine de Pizan.

En su ciudad alegórica la Ciudad de las Damas, ofrece numerosas pruebas de valiosas realizaciones femeninas, reivindica valores como la ternura, la solidaridad o la generosidad y denuncia la misoginia de la época medieval.

En esta miniatura podemos ver a dos mujeres levantando un muro con sus propias manos. El muro impone un límite al espacio, lo humaniza y crea un ámbito interior para el albergue de una ciudad donde habitarán hombres y mujeres, donde dejarán sus huellas, creando memoria. “Habitar es dejar huellas...” dice Walter Benjamin. Una de las mujeres es una reina; la otra, una monja. La reina simboliza la razón, la materia, la forma. La monja, la emoción, el espíritu, la poesía. Las dos mujeres construyen. Son activas, innovadoras e incluidas dentro de su espacio y de su tiempo.

Por tanto, la primera persona que hizo de la escritura un oficio fue una mujer. Además queda patente su feminismo. Y su valentía al luchar como mujer en un mundo de hombres… en pleno siglo XV.

El Impresionismo de Berthe Morisot (Vendido 150 €)



BERTHE MORISOT (1841-1895)

Nacida en Bourges en 1841, con siete años se traslada a París con su familia y allí comienza su educación, primero en la música, siguiendo sus padres el consejo de su amigo Rossini, y más adelante con lecciones de dibujo y pintura. Alumna del famoso pintor paisajista Camille Corot, el aprendizaje en su taller será muy importante para su formación estilística llegando a presentar dos telas en el Salón de 1865.

En 1868 conoce a Edouard Manet, uno de los pintores más contestatarios y escandalosos del París del momento estableciéndose entre ellos una gran amistad. Ella posa para alguno de sus cuadros y aprende mucho con él pero sin llegar a considerarse oficialmente su maestro. A través de Manet conoce al grupo de pintores impresionistas: Degas, Renoir, Sisley...

En contra del parecer de Manet, expone con ellos en la célebre muestra que tiene lugar en el estudio de Félix Nadar en el Boulevard des Capucines en 1874, momento en que el Impresionismo da sus primeros pasos y recibe las primeras feroces críticas y entre ellas la del periodista Louis Leroy quien se ensaña con Berthe. Alumna de Manet y asociada a los impresionistas: dos condiciones negativas en la presentación de una mujer que quiere triunfar en el mundo del arte, pero ella sigue adelante y, además, ejerce un papel importante en la formación del grupo impresionista y en su desarrollo.

En 1874 se casa con Eugéne Manet, hermano de su maestro. Muere en 1895 y un año después Mallarmé, Degas, Monet y Renoir (que heredaron sus 700 pinturas)organizan una exposición con la obra de Berthe en la Galerie Durand-Ruel. "No creo que exista un hombre que haya tratado a una mujer como su igual y es todo lo que pedí; sin embargo, estoy segura que valgo tanto como ellos", expresó alguna vez, refiriéndose a sus colegas. Aunque ya gozaba de reconocimiento internacional como artista, su médico anotó en el certificado de defunción: "sin profesión".

Son famosas sus delicadas escenas familiares en interiores cuyos protagonistas son su madre, su hermana o su hija. Su técnica, basada en grandes pinceladas aplicadas libremente en todas direcciones, propia del Impresionismo, dio a sus obras unas calidades transparentes, iridiscentes y tornasoladas.

Olimpia: Una "flor" entre ladrillos (Vendido 150 €)



OLYMPE DE GOUGES

(1748-1793) Famosa intelectual de la Francia revolucionaria, murió guillotinada. Escribió la famosa Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana, que dedicó a la reina María Antonieta por considerar que también ella era una mujer oprimida.

La intención de la declaración era hacer conscientes a las mujeres de los derechos que les eran negados y pedir, por tanto, su reintegración a fin de que las mujeres llegaran a ser ciudadanas a todos los efectos.

El artículo I de la declaración dice así: "La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las diferencias sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común".

Con Olympe nos acercamos ya a la Ilustración, momento cumbre en la Historia del feminismo filosófico ya que éste nació como "hijo no querido" del pensamiento de las luces.

Mientras algunos insignes ilustrados como Rousseau o Kant escribían verdaderas barbaridades sobre las mujeres, incurriendo en tremendas contradicciones (es absurdo defender la igualdad de todas las personas y a continuación decir que media humanidad, las mujeres, es inferior)... autores como Condorcet o Mary Wollstonecraft sentaron las bases para una filosofía que reconociese la valía de las mujeres como sujetos de iguales derechos y capacidades que los varones.

Lois y los problemas sociales de las mujeres (acuarela 120 €)



LOIS WEBER

Lois Weber (1882-1939). Directora Americana de Cine Mudo, una mujer con fuertes creencias y fiel a sus ideales. Dedicó su vida a retratar el realismo social. No quería que se la vinculara ni al sufragismo ni a ningún otro grupo de interés, pero la mayoría de sus películas se centraban en los problemas sociales que les tocaba enfrentar a las mujeres. Una de las directoras más polémicas de la historia del cine.

Lois Weber fue una directora de cine mudo única. Fue también una de las primeras y sin duda la directora más importante del cine mudo. Hoy en día, algunos críticos e historiadores afirman que era “incluso mejor” que la gran mayoría de sus colegas hombres directores de cine mudo americano.

Weber fue una mujer completamente comprometida con el cine y con sus creencias en una sociedad en la que el compromiso era un concepto poco común. No tuvo ningún reparo en tratar en sus películas temáticas en las que ella realmente creía como por ejemplo el cristianismo, el control de natalidad, el aborto o la prostitución (“Where are my Children”). “Hypocrites” (Hipócritas) es un film sobre la hipocresía y la corrupción de los grandes negocios, de los políticos y de la religión.

En la primera década del siglo XX, Lois Weber fue contratada por la Universal. Ella tenía total libertad para tratar las temáticas que quisiera pero se chocó con un delicado problema: la censura y la crítica no cesaba de atacarla. Estos ataques de la censura y las fuertes críticas de la prensa lo que consiguieron fue que aumentaran como la espuma sus ingresos de taquilla. Lois Weber se convirtió en la directora mejor pagada de Universal en 1918, contratarla costaba 5.000 Dólares por semana.

Su film “Where are my Children” (¿Dónde están mis hijos?) Condenaba el aborto pero se mostraba a favor del control de natalidad. La prensa la condenó duramente por ello consiguiendo que “Where are my Children” recaudara tres millones de dólares. Así que una vez comprobado el éxito de sus temas controvertidos, realizó películas como “The Hand that Rocks the Cradle” 1917 (La Mano que Mece la Cuna) que era un tributo a Margaret Sanger, la fundadora del Movimiento a favor del Control de Natalidad en América.

A mediados de los años 20, las películas de Lois Weber comenzaron a fracasar en las taquillas. Eran los felices años 20 en los Estados Unidos y el público estaba cansado de ser adoctrinado a través de la pantalla; preferían el entretenimiento en esencia pura a los temas delicados y difíciles de realismo social en los que Weber siempre había trabajado. A pesar de eso, posteriormente se le ha reconocido el importante valor de algunas de sus películas tales como: “Too Wise Wives” (“Esposas Demasiado Inteligentes”) o “The Blot” (“La Mancha”) que fueron dos de sus mejores obras.

En “Too Wise Wives” ella desarrolla una historia simple entre dos parejas casadas, no ocurren muchas cosas pero sus caracterizaciones y su atención a los detalles son comparables a trabajos de Ingmar Bergman o Robert Altman. En “The Blot” se centra sobre las tensiones entre las clases sociales representando a una familia pobre pero orgullosa que preferiría morir de hambre antes que aceptar caridad. El final de esta película concluye con una sensación enigmática y de incertidumbre tanto sobre el futuro de los protagonistas como sobre el futuro del propio espectador.

Casi hasta el final de su carrera, Lois Weber había trabajado siempre con su marido al que se le había reconocido a menudo como su director asociado o como su consejero de dirección. Cuando se divorció de su marido, alcohólico, la carrera de Lois terminó por romperse en pedazos sin hacer nada más comparable a lo que había hecho durante las dos primeras décadas del siglo XX.

Los últimos años de su vida trabajó para Universal como script doctor y murió en la ruina total completamente ignorada por la industria que ella contribuyó a crear.
La vida y la carrera de Lois Weber es, en muchos aspectos, tan enigmática como lo es el final de su película “The Blot”

Las Mujeres Negras de Toni (acuarela 130 €)



1993 TONI MORRISON

Toni Morrison
- Chloe Anthony Wofford -
(EEUU, 1931)

Su nombre original es Chloe Anthony Wofford, escritora estadounidense laureada con el premio Nobel. Nació en Lorain (Ohio), y estudió en la Universidad de Howard. Su infancia transcurrió durante los años de la Gran Depresión, en el seno de una familia pobre y muy unida.

Desde muy niña dio muestras de una notable inteligencia y en 1949 ingresó en la universidad, donde se interesó por el teatro y se incorporó a un grupo de teatro universitario. Morrison realizó un curso de posgrado de literatura inglesa en la Universidad de Cornell, en 1955; después dio clases en las universidades de Texas y de Howard. Fue entonces cuando conoció a su futuro esposo, Harold Morrison, un arquitecto jamaicano. La pareja tuvo dos hijos y se divorció en 1964.

Durante sus años en Howard, Morrison empezó a escribir narrativa. En 1964, dejó la enseñanza para trabajar como editora literaria para la editorial Random House de Nueva York. En 1970, publicó su primera novela, Ojos azules, que resultó una auténtica revelación. En 1973 apareció Sula y en 1977, La canción de Salomón, aclamada por la crítica como un gran acontecimiento literario. La isla de los caballeros (1981) también recibió una excelente acogida. En 1987, publicó Beloved, y un año más tarde recibió el Premio Pulitzer. A continuación aparecieron Jazz (1992) y Jugando en la oscuridad (1992), dos grandes éxitos de ventas. En 1993, Morrison obtuvo el Premio Nobel de Literatura.

Su obra habla de la vida de los negros, especialmente de las mujeres negras, y ensalza a esta comunidad. Sus grandes dotes de observación se combinan con un carácter compasivo y el uso de un lenguaje poético.

La Misteriosa Princesa Enheduanna (acuarela 140 €)



ENHEDUANNA DE AKKAD

Uno de los escritores más antiguos, cuyo nombre ha podido llegar hasta nosotros, fue una mujer. Enheduanna nació cerca del 2300 a.C, y su padre fue el poderoso Sargón de Akkad, quien unificó las distintas ciudades-estado sumerias en un único estado.

Enheduanna fue educada en la corte, con esmero, siendo nombrada Suma Sacerdotisa del Dios de la Luna, Nanna, y de la Diosa Inanna, cuyo Descenso a los Infiernos es el tema principal del Himno que le dedicó, y que nos ha llegado a nosotros, 4.300 años más tarde.

Es considerada la primera escritora de la Historia, así como la primera música, ya que nos han llegado sus himnos escritos, no obviamente con las notas musicales de hoy día pero sí con un ritmo y melodía que hace recordar la música de autores posteriores. su música la dejó escrita en tablas de terracota.

A través de sus escritos podemos vislumbrar su personalidad; en ellos se convierte también en la primera cronista, narrando el derrocamiento de su padre por parte de Lugalzagesi, “ensi” (o “señor”, gobernador) de la ciudad de Umma, el destierro de la familia real, incluida ella misma, despojada de su cargo; al poco tiempo Sargón logró recuperar el trono, castigando duramente al usurpador. Enheduanna presenció otros acontecimientos no menos terribles, como el asesinato de su hermano y su tío, Rimush y Manishtusu, respectivamente, sucesores de su padre en el trono; así como un terremoto que sepultó el reino, al comienzo del reinado de su primo, Naram-Sin (hijo de Manishtusu y el segundo gran rey de la dinastía de Akkad).
Es poco lo que se sabe de ella, gracias a la recuperación de algunos pocos restos cerámicos en Ur -entre otros, un disco de arcilla en donde aparece en una procesión -marco probable en el que se recitara el Himno de Inanna-; y sobre todo, contamos con tablillas con sus himnos y poemas, en versiones sumerias y akadias, a través de los cuales podemos vislumbrar una mujer con una personalidad fuerte, decidida, capaz de encarnar los distintos aspectos de Inanna como Diosa Madre y Dadora de Vida, benévola Diosa del Amor, pero también terrible y fiera Diosa Guerrera, capaz de enfrentarse a las potencias infernales para restablecer el Orden tras la aparente victoria del caos.

Enheduanna tuvo que ser además de culta, valiente; educada con refinamiento, y posiblemente iniciada en los Misterios, en las Escuelas Sacerdotales que existían entorno a los Zigurats, las Torres de Babel (Bab-Ili, Puerta de los Dioses). Estas pirámides escalonadas, tan parecidas a las pirámides precolombinas de Centroamérica, servían de escalera hacia el cielo, de puente entre la Tierra (KI) y el Cielo (AN): cuando en la Lista Real Sumeria subrayan “y la realeza descendió del Cielo” no hacen sino reflejar de forma simbólica un hecho que aparece en los mitos de todo el mundo: la Edad Heroica, cuando los Semidioses, de la estirpe de Zeus gobernaban en la Tierra, en la mitología china, cuando el mítico Primer Emperador desciende sobre un Dragón; recuerdos, en forma de mitos, de acontecimientos que, (según la Doctrina Secreta, tuvieron lugar en la transición de la Tercera a la Cuarta Raza,) cuando tuvieron que “descender del Cielo” los llamados en la India Manasaputras, portadores del Manas o Chispa Mental, la antorcha de Prometeo; los Pitris, Padres de la Humanidad, fundando las Escuelas de Misterios, para despertar y formar a los primeros Sabios y Reyes. Esas Escuelas de Misterios perduraron en el Egipto histórico, en los Colegios Sacerdotales mesopotámicos, en los Mags iranios...¿?

Cuando Enheduanna escribe el Himno a Inanna no sólo ejerce de poetisa, cuando compone este poema para ser cantado en el ritual correspondiente, es consciente del efecto de la repetición de palabras, determinados sonidos, asociados a notas musicales, perfumes, colores, símbolos, estatuas, elementos, en suma, “cargados” de determinadas energías, estos himnos, palabras sagradas, cantadas o recitadas como mantrams servirían para despertar esas “energías”, esos devas, y estos himnos, hieros logoi, se convertirían en puentes para elevar el Alma hasta ponerla en contacto con lo Superior.

Homenaje a Nadine Gordimer (acuarela 160 €)



1991 NADINE GORDIMER

Nadine Gordimer
(Sudafrica, 1923)

Novelista y escritora de cuentos surafricana, premio Nobel, valorada por su estilo apasionado y ameno. Su obra se nutre de los sentimientos de frustración social y política en una Suráfrica dividida racialmente, y refleja su postura crítica a la censura política y al racismo. Gordimer nació en Springs (Suráfrica), en una familia judía de clase media y estudió en la Universidad de Witwatersrand. Publicó su primer cuento a los 15 años.

Después de La suave voz de la serpiente (1956), su primer libro importante de cuentos, publicó Seis pies de tierra (1956), La huella del viernes (1960, ganadora del premio literario W.H. Smith and Son de 1961) y No para publicarlo (1960). Estos libros narran incidencias de la vida cotidiana en Suráfrica, a menudo desde el punto de vista de una persona de clase media, analizando las tensiones entre los distintos grupos raciales bajo la rígida segregación del apartheid.

Sus novelas Mundo de extraños (1958), Ocasión para amar (1963) y El desaparecido mundo burgués (1966) también abordan estos temas.

Gordimer presenta la situación de la gente de color con gran sensibilidad para expresar los sentimientos encontrados de la gente blanca liberal, forzada a vivir en un sistema que creen equivocado.

Su novela El conservador (1974), que describe cómo un hombre blanco explota a sus empleados negros para su lucro personal, compartió en 1974 el premio Booker.

La hija de Burger (1979) explora los sentimientos divididos de una mujer blanca sobre el apartheid cuando su padre comunista es encarcelado por oponerse al sistema.

Gente en julio (1981) mira hacia el futuro retratando una familia blanca que logra huir de una guerra civil gracias a la ayuda de sus criados negros.

En La historia de mi hijo (1990) un joven negro trata de entender los conflictos de la vida privada y pública de su padre.

En 1991, Gordimer ganó el Premio Nobel de Literatura.

En 1994 escribió la novela Nadie que me acompañe

Envidia de la Reina Faraón (acuarela 50 €)



Hatshepsut (Egipto 1499 1457 a.C)

El reinado de Hatshepsut significó uno de los más prósperos y florecientes de toda la dinastía XVIII de la civilización faraónica, aunque su persona, su imagen, su actuación y en definitiva su vida entera nos ha llegado mutilado por la furiosa destrucción de su memoria que se realizó tras su muerte.

Detrás del perfil humano de la reina descubrimos una mujer fascinante, decidida, firme y poderosa, que no duda en declararse hija legitima de los dioses y convertirse en “faraón”, desafiando las antiguas leyes y tradiciones egipcias que desde tiempos inmemoriales siempre habían situado a un varón en el trono.
Hatshepsut, la reina faraón se nos revela como una de las personalidades más brillantes y cautivadoras no sólo de la Historia Antigua, sino como una mujer excepcional dentro de un mundo masculino y de rígidas convicciones.

Hatshepsut, que en ocasiones ha sido considerada como una mujer ambiciosa y sin escrúpulos, se nos presenta como una firme luchadora por los derechos que como Hija Real le corresponden. Independientemente de su sexo, y apoyada por sus fieles seguidores, consigue lo que en principio parecía imposible: ser faraón de Egipto.

La Firma con sangre de Sor Juana Inés (Vendido 150 €)



SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ

(1648-1695) Filósofa, poeta y genio, fue una figura de relieve en el virreinato de México en el Barroco. Trabajó en la corte como dama de honor hasta que, ante la disyuntiva del matrimonio forzoso o la vida intelectual del convento, decidió hacerse monja. Sor Juana Inés consagró su vida al estudio y a la fe. Poseía una biblioteca de más de 400.000 volúmenes y era visitada en su celda por importantes personajes del momento.

Escribió célebre comedias, poesías memorables y obras de corte filosófico-teológico, como la Carta Atenagórica (1690). Pero tras ser reprendida por el obispo (a quien dirigió su escrito Respuesta a sor Filotea), tuvo que limitarse a la obediencia modesta donando su biblioteca y firmando con su propia sangre una declaración de sumisión a Dios.

Curiosidad: Muy famoso es su poema "Hombres necios" donde planta cara al androcentrismo que sufrían las mujeres de su época.